martes, 6 de mayo de 2014

MISA MIÉRCOLES DE LA TERCERA SEMANA DE PASCUA 2014

La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Miércoles, 2014-05-07 lo siguiente:

MIÉRCOLES DE LA TERCERA SEMANA DE PASCUA 2014:

Tiempo de Pascua.

PRIMERA LECTURA DE LA MISA

Al ir de un lugar para otro, iban difundiendo el Evangelio

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 8, 1b-8
Aquel día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén; todos,
menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaria.
Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él.
Saulo se ensañaba con la Iglesia; penetraba en las casas y arrastraba a la cárcel a
hombres y mujeres.
Al ir de un lugar para otro, los prófugos iban difundiendo el Evangelio. Felipe bajó
a la ciudad de Samaria y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación
lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban
viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y
muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.

SALMO RESPONSORIAL DE LA MISA

Salmo responsorial Sal 65, 1-3a. 4-5. 6-7a (R/.: 1)
R/. Aclamad al Señor, tierra entera.
O bien:
Aleluya.
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su
gloria Decid a Dios: «¡Qué terribles son tus obras!» R/.
Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu
nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los
hombres. R/.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna enteramente. R/.

ALELUYA

Aleluya cf. Jn 6, 40
Todo el que cree en el Hijo tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día —
dice el Señor—.

EVANGELIO DE LA MISA

Ésta es la voluntad del Padre: que todo el que ve al Hijo tenga vida eterna

Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 35-40
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
—«Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí
nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis.
Todo lo que me da el Padre vendrá a mi, y al que venga a mí no lo echaré afuera,
porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me
ha enviado.
Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio,
sino que lo resucite en el último día.
Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida
eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

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